La mejor alternativa a las pinturas Antifouling para antiincrustación en barcos. Tipos de pinturas o patentes

Muchos microorganismos se adhieren a las partes sumergidas de las embarcaciones y proliferan en ellas. Esto sucede tanto en agua dulce como en agua salada y puede tener consecuencias devastadoras sobre sus componentes. De hecho, más allá de reducir la velocidad del barco y de incrementar su consumo de combustible, pueden acabar atascando conductos y provocando averías de bastante gravedad. Una solución para evitar la incrustación en el casco de los barcos por aplicar pinturas antifouling, también conocidas como patentes, aunque hay mejores alternativas según explicamos en este artículo.

¿Qué son las pinturas antifouling?

Antifouling es un término que procede del inglés. De hecho, ‘foul’, en ese idioma, significa suciedad, lo que nos da una pista bastante clara de lo que son las pinturas de este tipo. Son denominadas también pinturas antiincrustaciones y antialgas y son imprescindibles en todo tipo de embarcaciones.

En concreto, la peculiaridad de las pinturas antifouling es que poseen una serie de sustancias biocidas, es decir, que matan a los microorganismos, que se liberan de forma paulatina y progresiva. Esos compuestos suelen ser derivados del cobre y forman una especie de escudo protector en torno a toda la embarcación.

¿Qué tipos de pinturas antifouling existen?

Podemos distinguir entre diferentes tipos de pinturas antifouling o patentes en función del uso para el que están destinados. Son estos:

Pintura antifouling de matriz dura

Se elabora a partir de una mezcla de resinas solubles e insolubles. Las sustancias biocidas contenidas en ella se liberan mediante una matriz porosa y a través de la película superficial de la patente.

Es un tipo de patente especialmente efectiva a la hora de evitar que se produzcan las incrustaciones, aunque no tanto para acabar con ellas si ya se han originado. La pintura absorbe agua para que el biocida pueda ir desintegrándose paulatinamente.

Entre las principales ventajas de la pintura antifouling de matriz dura se encuentra el hecho de que resulta muy resistente y duradera. Hasta puede dejarse fuera del agua aplicada sobre la embarcación durante tres meses sin que deje de ser efectiva. Además, no requiere de quitar la capa anterior para aplicar una nueva, si bien es cierto que, cuando estas se acumulen en exceso, será necesario retirarlas todas y empezar de nuevo.

Pintura antifouling autopulimentable

Probablemente, la mejor patente del momento teniendo en cuenta su durabilidad y eficacia. Sin embargo, también es la que posee un precio mayor. No poseen una matriz dura, sino soluble. Esta se disuelve de forma continua para liberar el biocida. También ofrece unas propiedades hidrodinámicas muy interesantes.

Además, el grosor de la capa de pintura autopulimentable se reduce con el uso. Esto hace que nunca sea necesario retirarla por completo. Basta con poner una nueva cuando la antigua se haya deteriorado para volver a tener la embarcación lista para navegar.

Este tipo de patente se recomienda especialmente para barcos que navegan durante todo el año y, sobre todo, para pequeñas embarcaciones a motor y para veleros. Eso sí, no debe dejarse al aire libre ya que se deteriora rápidamente. Lo mismo sucede si se navega a altas velocidades.

Pintura antifouling de resina epoxi

Es una de las últimas innovaciones del mercado. Se trata de un tipo de patente elaborada a partir de resina epoxi. A ella se agrega una gran cantidad de polvo de cobre mezclado con níquel que actúa como biocida. Este es liberado de forma continua y en las cantidades adecuadas en cuanto el barco se introduce en el agua. Su principal ventaja es que puede llegar a ofrecer hasta 10 años de protección antifouling sin necesidad de ser renovada.

Además, este tipo de patente puede estar al aire libre sin problema. Basta con limpiar su superficie cuando saquemos la embarcación para que quede a la vista una nueva capa igual de efectiva que la anterior.

Pintura antifouling de agua dulce

No siempre es necesaria su aplicación. ¿El motivo? Los microorganismos que proliferan en agua salada mueren rápidamente en agua dulce. Y viceversa sucede lo mismo. Además, para que los del nuevo medio puedan incrustarse en el barco si antes ha habido del otro es necesario que pasen varias semanas.

En cualquier caso, las patentes antifouling de agua dulce pueden ser de matriz dura o autopulimentables. La diferencia con las de agua salada es que cuentan con biocidas diferentes y otros elementos destinados a prevenir la corrosión en ese medio. Para elegir entre una y otra, debemos tener en cuenta si nuestro barco va a pasar, a lo largo del año, más tiempo en agua dulce o en agua salada.

¿Cada cuánto tiempo hay que renovar la pintura antifouling?

Depende del caso. Antes dijimos que la pintura antifouling de resina epoxi con cobre y níquel puede aguantar hasta 10 años. Sin embargo, esto no es lo más habitual. Generalmente, se recomienda la aplicación de una capa de patente antes de dar inicio a la temporada de navegación o, en su defecto, al terminar esta, según las condiciones en las que almacenemos la barca.

Sin embargo, esa cifra puede ser mayor o menos dependiendo de la frecuencia de uso y del tipo de agua sobre el que se vaya a navegar. De hecho, cuanto mayor sea la temperatura de esta, más tratarán de adherirse los microorganismos al casco de la embarcación y, por lo tanto, más desgaste sufrirá la pintura.

En definitiva, la correcta elección de la pintura antifouling será clave para disfrutar del rendimiento óptimo de la embarcación al navegar sobre agua dulce o salada, así como para reducir el consumo de combustible y para prevenir averías graves. Esperamos que, conociendo los diferentes tipos que existen en el mercado en estos momentos, puedas elegir la patente que más conviene a tu barco fácilmente.

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